lunes, 1 de marzo de 2010

¿Qué entendemos por Violencia Doméstica?

“…la persona muerta deja de existir…
“El criminal usurpa la compasión que merece la víctima. El se roba el público de la víctima junto con su vida”.

WILLARD GAYLIN 



 
Es notorio el acrecentamiento de las consultas acerca de los embates en el hogar. Sin embargo lo más preocupante es que la demanda no está focalizada en ella sino que se hace presente transversalmente.
Qué quiero decir con esto?
Se puede analizar desde diferentes aristas. Una de ellas puede ser que no han podido decodificar el significado de las actitudes agresivas del semejante. Otra es la apuesta del día a día que alimenta la creencia que no se va a volver a repetir a pesar que la realidad les muestra otra cosa. Aparece el pensamiento mágico de que todo va a pasar y así se escucha “el es bueno, a veces se pone un poco nervioso” …
La violencia doméstica tiene efectos muy graves que se transmite a todos los miembros del grupo familiar.
Qué le sucede a la víctima del maltrato? Por qué lo justifica o lo niega?
Además de las lesiones físicas y psicológicas de la víctima se produce un proceso interno por medio del cual advierte un sentimiento de inseguridad e impotencia. Esto produce experiencias traumáticas tales como desorganización de la conducta, la incredulidad de lo vivido, conmoción, angustia, depresión y lo más acuciante: comienza a tener miedo. A todo esto le debemos agregar la aparición de síntomas inmediatos o mediatos, florecen reacciones retroactivas hasta varios meses después de haber acontecido el hecho. Las impresiones de pérdida, de culpabilidad, el descenso de la autoestima y de la autoconfianza, pesadillas, llantos, cambios afectivos bruscos, ideas paranoides, obsesivas, fóbicas y miedo crónico constituyen todos o alguno de los factores que van a arrebatar un lugar en su conducta.
Prevalece para la víctima otro factor de relevancia en el estudio de este flagelo, cuando el delito es cometido por un familiar, la víctima tiene dificultades para pedir ayuda, se sumerge en un conflicto de lealtades paralizante. Se encuentra imposibilitado de internalizar un criterio realista, la extrañeza y la angustia pueden rezagar la respuesta o acelerar una respuesta no deseada. No puede deducir que esta sucediendo, por consiguiente no utiliza defensas o precauciones.
Además a consecuencia de este pensamiento psicodinámico tampoco le será fácil denunciar dado que la culpa recaerá en el yo y la hará punible de la desintegración familiar sumado al sostenimiento ideico del perjuicio que le otorgará al agresor.
Otro aspecto a tener en cuenta y que es sumamente grave es la reacción de la sociedad para con la víctima; aparece el rechazo, la culpan, no le dan crédito a sus vivencias de maltrato. Pero lo más peligroso radica en la falta de entendimiento que también adosa la justicia ante estos casos extremos.
Muchos de Uds. seguramente se estarán preguntando cómo puede ser; si es así, me consta.
En la actualidad, como terapeuta de parte, estoy asistiendo a la irracionalidad de dos juzgados de familia que están vulnerando con manejos psicóticos, sí, ergo psicopáticos la realidad de maltrato de las víctimas. No es para nada novedoso que el discurso jurídico pretende certezas, eso para el discurso analítico es invalidante. Los analistas trabajamos con la subjetividad y todo lo que de ella emane. Los jueces necesitan sanciones y en muchas oportunidades, por no decir en un alto porcentaje, nos encontramos frente a situaciones que reclaman que la justicia opere desde otro lugar que no sea el del poder y de la supuesta sabiduría de los guetos monárquicos del siglo XVII. Los señores jueces de familia en su gran mayoría se erigen como la ley misma per se con el perjuicio de que la ley pasa a ser concebida como tal de acuerdo con el juzgado que la ejecute. Así se podrá escuchar en los pasillos de los juzgados, obsoletos, cargados de papeles, la famosa frase que circula “que juez te tocó, a ese sabe es coherente, o uh!!! Ese justo te fue a tocar, es de lo peor!“
La pregunta que deberíamos realizarnos sería por qué no se realiza un examen psicofísicos a quienes se supone tienen la tarea de administrar justicia no ser la JUSTICIA?

“El fin del poder es articulado como tal por el factor de degradación que acarrea en el training” Escritos 2 de Jacques Lacan

Noemí Di Donato
Lic. en Psicología U.B.A
Magister U.B.A
Doctoranda U.B.A