“No se necesita un motivo para tener miedo (…) Yo me asusté, pero esta bien tener miedo sabiendo por qué (…)
Émile Ajar (Roman Gary). La vie en sol"
Émile Ajar (Roman Gary). La vie en sol"
El miedo es un sentimiento que conocen todas las criaturas vivas. Los seres humanos la comparten con los animales.
Los estudiosos del comportamiento animal manifiestan que estos poseen un amplio repertorio de respuestas que utilizan ante la presencia de un peligro inminente.
Por el contrario los seres humanos cuando se enfrentan a una situación amenazadora utilizan dos respuestas posibles la huida y la agresión.
Hoy por hoy esto se visualiza con mayor intensidad pues los sujetos se sienten mucho mas expuestos al mundo exterior desde tres dimensiones a saber:
Los que amenazan el cuerpo y las propiedades de las personas, otros que amenazan la fiabilidad del orden social del que todos sabemos depende la seguridad del medio de vida y por ultimo aquellos peligros que amenazan el lugar de la persona en el mundo: su posición en la jerarquía social, su inmunidad a la degradación y la exclusión social.
Todas estas cuestiones hacen que la vulnerabilidad de las personas muestre su alto grado de virulencia.
En la actualidad el exhibicionismo de la inseguridad es considerado por aquellos dirigentes como una forma de convivencia humana natural. Sabemos que la seguridad absoluta no existe pero también forma parte de nuestro conocimiento que el caos por el caos mismo impide una avenencia armónica.
Nuestra vida se compone de momentos placenteros y momentos displacenteros, vale decir que no hay presencia absoluta de uno u otro.
Freud lo manifestaba de esta manera en El malestar en la cultura “ ..Que es lo que los seres humanos mismos dejan discernir, por su conducta, como fin y propósito de su vida? Que es lo que exigen de ella, lo que en ella quieren alcanzar? No es difícil acertar con la respuesta; quieren alcanzar la dicha, conseguir la felicidad y mantenerla.”
Entonces que suponen que quieren quienes dirigen la sociedad hoy? Tampoco resulta dificultoso averiguarlo. Querrán perpetuarse en el poder? Querrán demostrar y demostrarnos que solo ellos pueden disipar toda posibilidad de temor e inseguridades de todo tipo?
Es probable, la mentalidad tan pequeña y mezquina que los guía así lo predice.
El miedo adquiere entonces dos ribetes contrapuestos, uno que esta vinculado directamente con cada uno de nosotros como sujetos pulsionales y el otro que responde a los beneficios de quienes obtiene una plusvalía secundaria como ganancia hedonística.
La convivencia humana sólo es posible cuando se aúna una mayoría más fuerte que los individuos aislados, y cohesionada frente a estos.
Es por eso que el miedo constituye, el más siniestro de las múltiples catástrofes que se anidan en las sociedades abiertas de nuestra época. Pero son la inseguridad del presente y la incertidumbre sobre el futuro las que traman y crían nuestros temores más imponentes e insoportables.
Reflexionemos con Woody Allen:
“La humanidad está hoy, más que en ningún otro momento anterior de la historia, en un auténtico cruce de caminos. Uno de ellos lleva a la desesperación y a la desesperanza más absoluta. El otro, a la extinción total. Recemos para que tengamos la sensatez de eligir correctamente…”
Noemí Di Donato
Magister U.B.A
Lic. en Psicología U.B.A
Doctoranda U.B.A
Por el contrario los seres humanos cuando se enfrentan a una situación amenazadora utilizan dos respuestas posibles la huida y la agresión.
Hoy por hoy esto se visualiza con mayor intensidad pues los sujetos se sienten mucho mas expuestos al mundo exterior desde tres dimensiones a saber:
Los que amenazan el cuerpo y las propiedades de las personas, otros que amenazan la fiabilidad del orden social del que todos sabemos depende la seguridad del medio de vida y por ultimo aquellos peligros que amenazan el lugar de la persona en el mundo: su posición en la jerarquía social, su inmunidad a la degradación y la exclusión social.
Todas estas cuestiones hacen que la vulnerabilidad de las personas muestre su alto grado de virulencia.
En la actualidad el exhibicionismo de la inseguridad es considerado por aquellos dirigentes como una forma de convivencia humana natural. Sabemos que la seguridad absoluta no existe pero también forma parte de nuestro conocimiento que el caos por el caos mismo impide una avenencia armónica.
Nuestra vida se compone de momentos placenteros y momentos displacenteros, vale decir que no hay presencia absoluta de uno u otro.
Freud lo manifestaba de esta manera en El malestar en la cultura “ ..Que es lo que los seres humanos mismos dejan discernir, por su conducta, como fin y propósito de su vida? Que es lo que exigen de ella, lo que en ella quieren alcanzar? No es difícil acertar con la respuesta; quieren alcanzar la dicha, conseguir la felicidad y mantenerla.”
Entonces que suponen que quieren quienes dirigen la sociedad hoy? Tampoco resulta dificultoso averiguarlo. Querrán perpetuarse en el poder? Querrán demostrar y demostrarnos que solo ellos pueden disipar toda posibilidad de temor e inseguridades de todo tipo?
Es probable, la mentalidad tan pequeña y mezquina que los guía así lo predice.
El miedo adquiere entonces dos ribetes contrapuestos, uno que esta vinculado directamente con cada uno de nosotros como sujetos pulsionales y el otro que responde a los beneficios de quienes obtiene una plusvalía secundaria como ganancia hedonística.
La convivencia humana sólo es posible cuando se aúna una mayoría más fuerte que los individuos aislados, y cohesionada frente a estos.
Es por eso que el miedo constituye, el más siniestro de las múltiples catástrofes que se anidan en las sociedades abiertas de nuestra época. Pero son la inseguridad del presente y la incertidumbre sobre el futuro las que traman y crían nuestros temores más imponentes e insoportables.
Reflexionemos con Woody Allen:
“La humanidad está hoy, más que en ningún otro momento anterior de la historia, en un auténtico cruce de caminos. Uno de ellos lleva a la desesperación y a la desesperanza más absoluta. El otro, a la extinción total. Recemos para que tengamos la sensatez de eligir correctamente…”
Noemí Di Donato
Magister U.B.A
Lic. en Psicología U.B.A
Doctoranda U.B.A
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