jueves, 19 de noviembre de 2009

Relaciones intempestivas

En la actualidad asistimos a situaciones de falta de comprensión entre los sujetos.
 
Las vinculaciones humanas se encuentran complicadas y en algunos momentos asistimos a un cierto estremecimiento frente a la modalidad de resolutiva que se tiene frente a los conflictos.
La pregunta de rigor que escucho tanto en la clínica como en la cotidianeidad es, qué sucede que el contexto esta invadido por la intimación?
Se podría ir analizando los acontecimientos intrapsiquicos que permiten el afloramiento de la violencia en los sujetos. 

 
La violencia es un sentimiento inherente a la naturaleza humana, la cuestión es acceder al conocimiento de la misma y a sus implicancias.
En “El malestar en la cultura” Freud hace mención a que los sujetos tienden a segregar del yo todo aquello que le pueda llegar a devenir fuente de displacer construyen un puro yo-placer al que contraponen un afuera amenazador.
Les resulta, a este tipo de individuos, prácticamente imposible abandonar aquella primera experiencia primigenia intrauterina que los proveía de todo lo necesario sin ningún planteo forzoso. Encuadrados en esta representación, como se puede inferir resulta complejo la adquisición del principio de realidad. El hecho gravita en que el yo para defenderse de ciertas gravitaciones displacenteras provenientes de su interior para defenderse no utilice otros métodos que aquellos de los cuales se vale para un displacer de origen externo; es así como se original las perturbaciones patológicas.

 
De esta manera los invito a pensar acerca de cuanta satisfacción real se puede esperar del mundo exterior? Esta pregunta me parece clave ya que en la medida que la podamos precisar se podrá independizar del mundo exterior y dará lugar a la intervención de una fuerza con la que el mismo crea contar para modificarlo según sus deseos. En este plano resultara decisivo en la constitución psíquica del individuo.

 
Todo esto nos debería hacer recapacitar acerca del modus operandi de nuestras relaciones entre semejantes. Si no reconocemos los limites de nuestro propio placer no vamos a poder escuchar y ser escuchados, no vamos a poder llevar a delante un proyecto de ninguna índole.
Es destacable la poca capacidad de tolerancia que se observa en los sujetos, tiene que ver de manera intrínseca con la ignorancia de nuestro paupérrimo concepto de placer. Insistimos de manera recurrente a que hay que lograr el máximo de placer sino no vamos a poder vivir. Cuan equivocados estamos, dejamos de lado la cantidad de aspectos que convocan al vivir y que tiene relación directa con el sentir del vivir a construirse entre todos y que es de esa manera que se crece.

 
El éxito no es para siempre y tampoco es lo único que deberíamos perseguir.
En otro orden de cosas que es el éxito para Uds? Creen haberlo alcanzado? Por que?

Sabían las características de nuestra esencia humana?
Si nos respondemos cada uno de nosotros a estos interrogantes tal vez podamos encontrar la manera de vivir mejor.

Lic. Noemí Di Donato
Magister U.B.A
Psicologa U.B.A
Doctoranda U.B.A

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