“La desaparición de la noción de bien
común condujo a la inmoralidad que nos atravesó durante años, en particular
bajo la forma ideológica del pragmatismo degradado que consiste en definir el
valor de los hechos por el exclusivo rendimiento, por el beneficio personal que
otorgan, y no por estar sujetos a ciertos principios que determinan nuestra
posibilidad de coexistencia con otros seres humanos”
Silvia Bleichmar
Estas palabras de Silvia
Bleichmar definen de manera contundente la situación que estamos viviendo como
sociedad.
Existe una imposibilidad
enorme por construir representaciones capaces de capturar la realidad cuando la
subjetividad se ve amenazada de manera recurrente. Cuando asistimos como testigos
mudos a los estragos que se producen desde el espacio de poder.
Existe un cierto
acostumbramiento a lo que Richard Sennet llamó “fatiga de la compasión” como
una adaptación al sufrimiento del semejante. Esta actitud se ha apoderado de la
vida cotidiana en la Argentina, me remito a los sucesos que estamos viviendo
con el problema con la policia, los saqueos a treinta años de la democracia y
ninguna voz desde el gobierno que de lugar a un posicionamiento determinado.
Esto conlleva a un estado de indefensión vivido por los ciudadanos que da lugar
a la instalación de miedos y el miedo paraliza no permitiendo accionar. Hoy no
están los golpes de estado pero si encontramos las imposibilidades de la
democracia el futuro incierto donde no sabemos si nuestros hijos van a poder ir
a la escuela, donde no sabemos que sucederá con la salud como tampoco se sabe
si en poco tiempo no formaremos parte de los desocupados o si llegaremos a
poder cobrar la jubilación.
Cómo repercuten en la psiquis
estos interrogantes? El mecanismo defensivo utilizado son las nuevas formas de
subjetividad que acarrean como es de suponerse una manera de relación donde
prima la agresión así como la presencia de acciones delictivas producto no solo
de la ausencia de lo material sino el sentimiento de odio ante la frustración
consecutiva de promesas incumplidas.
En estos momentos debemos
reconocer que el lazo social está roto y que en esa rotura estamos siendo
responsables todos. Cada uno de nosotros debe comenzar a reconstruir la
subjetividad apelando a una escala de valores que evidentemente debe ser
considerada y/o elaborada. Se debe abandonar el pensamiento mágico y adquirir
la adultez de un país que está pidiendo a los gritos CONSENSO DIÁLOGO VÍNCULOS
SANOS.
¿Qué piensan uds?