jueves, 15 de octubre de 2009

Acerca del Narcisismo

En 1914 Freud  escribía acerca del Narcisismo “un complemento libidinoso del egoísmo inherente a la pulsión de autoconservación”… con esto Freud está diciendo que es un asunto de cada uno en su juego pulsional general, hacia diferentes  intereses que lo comprometen como sujeto connotando el registro de las neurosis como el de las psicosis.

El narcisismo como tal tiene su origen en el narcisismo parental como explica Freud “Nos formamos así la imagen de una originaria investidura libidinal del yo, cedida después a los objetos”. Es decir que el narcisismo como tal comporta una relación entre una investidura yoica y una investidura parental sin la cual la investidura yoica o del sí mismo no se puede sostener, ya que no hay un sujeto psíquico que preexista a la relación con los padres, pues es en el contacto con esos padres, movido por su cariño y su odio hacia ellos, como el sujeto se estructura de una manera determinada.


Desde este planteamiento teórico que les propongo subyace un significante la sobreestimación. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que aquel sujeto concebido como ideal por parte de sus padres al decir de Freud no han de dar vigencia para el afecto, ni la enfermedad, muerte, renuncia al goce, las leyes de la naturaleza y de la sociedad han de cesar ante él, y debe ser el centro y el núcleo de la creación.  Esto viene a intentar explicar la actitud de ciertos personajes que se encuentran gestionando en nuestro país.  Apoyándonos en ese marco como podrían registrar la consabida alteridad si el Otro no existe en su psiquismo; lo único predominante es el cumplimiento de su deseo. 

Pensemos en algunas de las intenciones de  aquellos que ejercen las funciones gubernamentales y que   pretenden  insertar en la sociedad. ¿Están vinculadas con un estado de derecho? ¿Representan las necesidades de los ciudadanos?  Por supuesto que no, pero desde esta estructuración narcisista apelan a las  más sofisticadas  prácticas  para dar cumplimiento a su objetivo. Lógicamente que toda propuesta se manifiesta enmascarada en un acto democrático que por supuesto sostiene el eslogan de respeto por los derechos humanos. 


En esta perspectiva de pensamiento en la interacción dinámica de  las expresiones de estos individuos con su estructura  psíquica he de destacar, para su mejor comprensión, que la libido e interés yoico moran unidos e inseparables en el interior del yo que se contenta a si mismo. En este punto se podría decir que el narcisismo es el complemento libidinoso del egoísmo. Existe un  cierto gozo en el sujeto que no abandona ya que el registro de su realidad  psíquica así lo constituye.
 

El egoísmo cuidará que nada ni nadie perjudique al yo. Entonces nos encontramos ante una administración de poder que se encuentra enferma y eso es lo peligroso. Un sujeto que no puede equilibrar sus emociones y que mediante sus acciones cosifica al resto, no se encuentra en condiciones psíquicas de dirigir nada. 

A esta altura de mis revelaciones resulta mas que evidente la necesidad que los ciudadanos de este país comiencen a exigir un exámen psicofísico de aquellos que quieren postularse para cualquier cargo. Si lo digo desde el convencimiento que no es suficiente con la militancia hace falta nada mas ni nada menos que coherencia psíquica.
¿No lo creen imprescindible? 

Lic. Noemí Di Donato
Magister en psicologia  U.B.A
Doctoranda U.B.A  

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