Quisiera compartir con ustedes algunos conceptos que me preocupan de la sociedad argentina.
Según la OMS se puede considerar que una persona se encuentra en estado armonioso cuando logra cierto equilibrio potable entre el soma y la psiquis. Desde este concepto se desprende que somos humanos en tanto componemos una unidad cuerpo mente.
¿Podemos pensar que en estos momentos el contexto es propicio para que cada uno de nosotros desarrolle cierta legitimidad emocional?
Seguramente que la respuesta es negativa. En estos tiempos existe un despliegue de hostilidad desenfrenada que resulta inconducente. Detengámonos un momento a observar la decisiones que llevan a cabo aquellos que desempeñan funciones de cierto poder. Cómo evaluaríamos su proceder? No lo entendemos y lo que nos resulta más inquietante es que avanza en una lógica sin sentido cada vez mayor.
Freud explicaba en el “Yo y el Ello” uno de sus escritos fundantes que el criterio de realidad es el que permite el análisis de posicionamiento del sujeto y su faltante da lugar a la presencia de patologías. Es así como nuestra sociedad ha perdido el rumbo en todos sus ámbitos. Se percibe en el ambiente un clima de desentendimiento que lleva a una inoperatividad porque subyace en cada ciudadano la creencia que nada se puede hacer, que todo vale. Eso no es así y no debe ser así.
En todos los ámbitos aparece la misma actitud maníaca de la falta de responsabilidad y de ética. Los sectores más afectados son la educación y la salud. Que significativo verdad? Ambos están anestesiados por la presencia de funcionarios ineptos y enmascarados por una pseudo ética que ni siquiera tienen herramientas para sostenerlas y entonces la ejercen al decir de Lacan como una metonimia constante.
Días pasados tuve que asistir a una audiencia en un juzgado de familia por violencia familiar; es el caso de una paciente y su niño. Esto lleva ya más de dos años y aún no se puede elucidar el trastorno psíquico a que fue sometido el niño y la madre por un padre violento. La justicia dice que hay que “revincular” a cualquier precio incluso ante la ausencia de deseo por parte del menor. Para llegar a esto se realizó una pericia que arrojo la definición psicopática del progenitor. Pero lo más grave del hecho en si es que se intenta de todas maneras la “revinculación” en un nosocomio de Salud Mental de la Ciudad de Buenos Aires y ello provoca una serie de sintomatologías que vuelven a colocar a la mama y al niño en un estado de repetición de la violencia. Lo más peligroso de esta situación que les describo es que las agentes de salud de ese nosocomio con dos entrevistas y una batería de tests intentan emular el diagnóstico del violento diciendo que no encuentran rasgos psicopáticos en el agresor.
Se dan cuenta con que liviandad y falta de criterio académico se quiere apelar a que hay que revincular porque tiene que estar la figura paterna. Tiene que estar a ultranza no interesa como. Realmente estamos ante una situación de suma gravedad pues nuevamente se hace presente el forzamiento de situaciones que pueden conllevar a riesgos insondables.
¿Qué les sucede a los profesionales de la salud pública? ¿Perdieron la brújula? ¿No saben que el deseo necesita estar atravesado por el sujeto y no sujetado desde el deseo del Otro.? Estos son los profesionales de la salud que esgrimen cantidad de años en la profesión. Me pregunto si alguna vez se habrán hecho una autocrítica de la calidad del desempeño de sus funciones.
Lo mismo se repite en la educación publica cuando se dice “hay que integrar” pues es un slogan que queda bien para los políticos de turno. Sería importante que nos detuviéramos a observar que lo que quieren integrar no son “cosas” son seres humanos que merecen respeto. Así aglutinan niños en espacios no aptos, ya sea porque el docente no esta preparado para su atención o porque el espacio no lo ayuda y lo complica.
¿Se tiene en cuenta a quienes sufren? ¿Importa más que los medios de comunicación promulguen proyectos insanos? ¿Qué le pasa a nuestra sociedad? ¿No entendemos que estamos asistidos por psicópatas? Los psicópatas no tienen en cuenta al Otro sino a su goce personal.
Tenemos que cambiar nuestro modo de pensar la realidad sino vamos a quedar sumergidos en medio de la locura. Se puede modificar la realidad si resulta displacentera, lo único que necesitamos es volver a tener un criterio de realidad como país y para ello deberíamos releer los conceptos de republica que alguna vez nuestros antecesores promulgaron.
Lic. Noemí Di Donato
Magister en psicologia U.B.A
Doctoranda U.B.A
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